En la pulcritud de la hoja,
un blanco impoluto.
En la forma precisa,
donde la tinta se acumula.
La punta resbala tímida,
dando sus primeros trazos.
Avanzando despacio,
acaricia el papel,
liberando sensaciones ,
desde dentro de su ser.
Corre su alma por su mano,
rompiendo los muros que la lengua crea.
Siendo suya la punta,
siendo suya la tinta,
siendo suya la emoción.
Circulan los trazos,
creando letras que se unen.
Formando palabras constantes,
armando el rompecabezas
en la vertiente del papel .
Línea por línea llenando la estrofa,
cayendo fluidas las ideas, las sensaciones .
Los ocasos y los albas ,
las letras que duelen y las que enamoran .
Dándole forma , una vez más ;
a la locura plena de si entre sus palabras .