La línea

Siempre lo mismo.... La negrura de una noche sin luna... un sendero resguardado por arbustos resecos y cuyas ramas,más parecen cercas de alambre de púas... no podría salir del sendero sin lastimarme... tenía que seguir o regresar lo cual no era opción... Después de un recorrer un largo tramo me topaba con una línea de grandes y frondosos árboles... tan cerrados entre uno y otro que por más que buscaba por dónde atravesar no había modo... me impedían el paso... hasta ahí llegaba yo. Detrás de la línea,una cabaña, apenas perceptible en la oscuridad, con un solo farol alumbraba lo que parecía ser la puerta de entrada... La desesperación por cruzar esa línea de árboles y llegar a la cabaña, era lo que siempre me despertaba... y aún despierto me quedaba la ansiedad de cruzar y llegar por fin a la cabaña.... Siempre lo mismo.... el mismo sueño que he tenido de hace por lo menos medio año... con cambios en detalles como por ejemplo,en cada sueño me parecía que la línea quedaba siempre un poco más sercana a la casa... Hacia cinco años que había perdido a mi compañera de vida ... la mujer que tanto amé, perdió la batalla contra una enfermedad que la postró en cama varios años... Ella por fin descansó y... yo me quedé para llorarle a su recuerdo... No te apresures en alcanzarme... me dijo antes de irse... vive bien lo que te quede de tiempo... cundo llegue el día... yo te estaré esperando... Su mirada tan llena de ternura... se apagó... dejó de respirar... se detuvo su corazón... y en mis brazos... murió... Otro detalle que noté en los sueños, es que parecía llegar cada sueño un poco más cansado que la vez anterior y si ... cada vez quedaba más serca de la cabaña.... Y llegó la noche en que me acosté con la seguridad de que ésta vez,si cruzaría la línea... En el sueño,llegué tan cansado que dudaba de continuar... sentía que mi corazón no aguantaría más... Pero si.... y por fin encontré un resquicio por el cual logré cruzar... Sorprendido, noté que ya no había oscuridad cruzando... el cielo resplandecia como si fuera medio día. La cabaña echa toda de madera, despedía un aroma a maderas finas muy agradable y relajante... Me encaminé a la entrada... antes de tocar... la puerta se abrió... Dios mío!!!!!! Era Ella... la mujer de mi vida!!!!! Fue tal la sorpresa(y el gusto por verla) que sentí un dolor en el pecho tan fuerte que evitaba mi respirar... sentí desfallecer y en la semi inconciencia creí oír la voz de mis hijos que me susurraban al oído... Ve con ella Papá... ve con ella... G.F.M.