Permiteme...
tatuar con mis labios,
aquella poesía,
tan contenida.
Permiteme...
vertir con un beso,
aquel sublime deseo,
expresado en un verso.
Permiteme...
beberte y robar de tu sabor,
sintiendo aquel hervor...
Permiteme por favor...
Pues en tu tormenta,
yace mí tranquilidad.