Vivimos en una época en la que muchos de nuestros datos circulan por las redes. ¿Se toman las medidas necesarias para protegerlos?
El mundo virtual y el físico cada vez están menos separados. De hecho, la mayoría de nosotros pasamos más tiempo en Internet que en la calle, convirtiéndonos en seres digitales.
Esto ha creado una gran cantidad de oportunidades, sin duda, pero también presenta ante nosotros una serie de desafíos a los que debemos prestar atención. Uno de los más significativos, es el de proteger nuestra seguridad, ya que a diario manejamos todo tipo de información, a menudo sensible.
Conversaciones en tiempo real.
Uno de los cambios que nos ha traído el mundo digital, es escribir mensajes y tener una conversación de un lado a otro del mundo en segundos. El correo electrónico se ha quedado un poco atrás, y hoy lo que más se utilizan son programas como #WhatsApp, que además de por escrito, ya permiten hablar incluso cara a cara por videoconferencia.
El problema está en que a veces no se toman las medidas adecuadas para evitar que otros accedan a nuestras conversaciones. Hay quien quiere saber como hackear whatsapp para saber lo que dice su pareja o con quién hablan sus hijos, lo cual no es del todo malo. Pero otros buscan hacerse con información un tanto sensible, como contactos o datos personales.
Saber cuáles son las técnicas que se emplean para hacerlo, es una manera de protegerse frente a los ataques, tomando las medidas adecuadas.
La importancia de estos programas es más que evidente. De hecho, se usan incluso como red social, hasta el punto de que prácticamente no podemos pasar sin nuestro #smartphone. Y si por alguna razón no conseguimos acceder a nuestra cuenta, nos empezamos a poner nerviosos.
Afortunadamente, explotar la seguridad no siempre es negativo, porque también nos ayuda a recuperar nuestra información perdida como en esta página. Después no hay más que cambiar la contraseña por una que podamos recordar, pero que no sea sencilla de adivinar, y seguir con nuestras conversaciones.
Perfiles de redes sociales.
Hablando de redes sociales, una parte de nuestra vida se encuentra expuesta cada vez que subimos una fotografía o publicamos algún contenido. Normalmente lo hacemos con nuestros contactos, pero es posible que también contemos con perfiles públicos para que nos sigan otros usuarios.
Este tipo de cuentas son las que más ataques suelen sufrir. A veces, lo que se busca es hacerse con información personal, y otras, tomar el control de la cuenta para pedir un rescate. Una especie de secuestro virtual que en caso de tener muchos seguidores puede ser bastante notable. Instagram es una de las redes sociales más utilizadas en la actualidad, y quienes tratan de hacerse con esta información centran sus esfuerzos en ella.
Para protegerse, lo mejor es conocer qué factores se utilizan. Páginas como hackear.plus son muy útiles para aprender a detectar las vulnerabilidades y cerrar la puerta a terceros que solo quieren hacer daño. También puede ser interesante para entrar en perfiles que nos han bloqueado, por ejemplo porque no quieren que sepamos qué fotografías u otras cosas están publicando.
Contraseñas y actualizaciones, fundamentales.
Hay dos factores sobre los que recae gran parte de la seguridad digital. El primero sin duda es tener una contraseña fuerte, que tenga letras, números y símbolos, además que sea suficientemente larga. No es necesario que sea kilométrica, pero al menos 8 caracteres es lo ideal.
Aunque parezca obvio, este es uno de los principales errores de seguridad que se cometen. Es increíble que todavía se puedan encontrar miles de cuentas de correo, redes sociales y otras con contraseñas como 12345678, toda una invitación a que alguien entre y se lleve toda la información.
Otro factor importante es tener actualizados los programas que se usan. Desde el diseño de páginas web, que no solo es una cuestión de seguridad sino de identidad corporativa, hasta las aplicaciones para ordenador que utilizamos, cuando aparece una actualización es importante ejecutarla porque se encarga de solucionar posibles fisuras en la seguridad.
Si esto es importante para un usuario particular, cuando se trata de la página web de una empresa lo es todavía más. Teniendo en cuenta que a diario se espera que entren muchos visitantes, un fallo de seguridad puede tirar a la basura mucho tiempo y dinero invertido. Por eso es esencial saber protegerse y mantenerse al día en cuanto a seguridad.
Nuestra vida digital forma parte de nosotros. ¿Estás protegiendo la tuya?
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