No será en vano las vidas de aquellos que se fueron en medio de su lucha. Que adelantaron su camino y nos enseñaron lo que es tener valor, fortaleza y esperanza.
Algunos nos dieron una lección de grandeza al aceptar su presente y rendirse a la voluntad de sus creencias.
Es momento de dejar de buscar respuestas en esta vida que se muestra muchas veces sin sentido alguno, sin razones e injusta; quizá al morir entendamos el por que suceden las cosas.
No tenemos otra opción más que seguir viviendo como nos toque, con el corazón en la mano y jamás se irán de nuestro lado.
Viviremos por ellos, por sus sueños, por los nuestros, esperando ese gran abrazo cuando los volvamos a ver frente a frente.