Tu vida es tuya.
Quiero que leas esa frase hasta que se hunda en el fondo de tus entrañas y se encuentre con cada último impulso que te dice que pongas tu intuición en pausa, que te salgas del segundo lugar, que aprietes doblegues y rompas los moldes de todos los demás quiere que seas.
Tu vida es tuya.
Que pase por tu cabeza tantas veces que lentamente despejaste los escombros de tu miedo. Que medites en ello hasta que te des cuenta de que no eres demasiado extraño, solo tienes el coraje de ser tu verdadero yo; no eres muy diferente, solo tienes la valentía de seguir tu propio corazón; no eres indigno, simplemente eres honesto acerca de la experiencia humana muy natural de sentirse indigno. Toda persona viva desea encarnar estas mismas formas de libertad. No te están juzgando, están expresando las partes de sí mismos que han juzgado en silencio.
Tu vida es tuya y siempre lo será.
Debes encontrar el coraje para reclamarlo, o pasará a tu lado intacto, un potencial resplandeciente y perdido de todo lo que podría haber sido.