¿Sabes cuál es la diferencia entre una buena y una mala fotografía? Tomando en cuenta que los colores fueron impresos correctamente, la exposición y enfoque son correctos, los fotógrafos asumen continuamente estos elementos: son las "reglas de composición". Todo mundo tiene sus propias reglas.
¿Quieres saber algo más sobre esas reglas? Analiza conmigo los siguientes elementos que puedes tomar a consideración en este Blog de #ImagenReactiva.
1. Identificar el centro de Interés.
¿De qué o quién es la fotografía? ¿Es de tu novia? ¿Es una fotografía de una obra de arte? Debería ser obvio para cualquiera que mire una fotografía entender lo que queremos enseñar con la foto. Es lo que se denomina el centro de interés.
Aunque se denomine centro de interés, no necesariamente el objeto se encuentra colocado en en el centro de la fotografía ni ser el objeto que ocupa la mayor parte de la imagen. Este tema lo tocaré más adelante.
La elección del centro de interés es la primera regla de una buena composición. Simplemente decide antes de disparar el motivo sobre el que quieres tomar la fotografía. Y a partir de ahí, todo lo que tienes que hacer es enfocar (o desenfocar) el elemento sobre el que quieras centrar el interés.
2. Fill The Frame (Rellenar el Encuadre).
Esta regla puede parecer bastante obvia, pero lo cierto es que muchas veces fallamos al aplicarla.
Si queremos contar algo en una fotografía, ocupemos la mayor parte con ese "algo", asegúrate de convertirlo en el centro de atención. Además, de este modo eliminamos posibles elementos que resten atención.
Es muy común el querer sacar demasiadas cosas en una única foto. Lo que conseguimos de esto es que no quede demasiado claro qué es lo que queríamos enseñar en nuestra fotografía. Si tienes dudas, es mejor quitarla de la exposición.
3. Apóyate en las líneas.
Las líneas son un elemento de importancia vital en las artes visuales. Las líneas nos aportan formas y contornos. Con las líneas dirigimos la mirada del espectador de una parte de la foto a otra.
Cuando vayas avanzando en el mundo de la fotografía podrás comprobar cómo las líneas son uno de los elementos más eficaces a la hora de dirigir la mirada de quien contempla nuestras fotos hacia donde queremos que mire. Las líneas horizontales, verticales y diagonales son elementos compositivos que aportan significado a las imágenes.
Un tipo especial de líneas son las líneas convergentes. Son las líneas paralelas que, por el efecto de la distancia, acaban convergiendo en un mismo punto.
4. Trabaja el flujo.
Después de las líneas, podemos tratar el flujo. En fotografía, el flujo es el modo en el que la mirada del espectador se desplaza de una parte de la fotografía a otra. Una manera de definir el flujo de una fotografía es mediante el uso de líneas. Pueden ser horizontales, verticales, diagonales, convergentes o divergentes. A veces el flujo creado por las líneas es nítido y claro, como los laterales de un edificio que convergen hacia el cielo), o pueden ser menos obvias. Sin embargo, la mirada del espectador debería ser capaz de recorrer los elementos de una parte a otra de la imagen.
El flujo crea la ilusión de movimiento (o ausencia de movimiento si se desea). Las líneas diagonales se consideran generalmente más "dinámicas", mientras que las líneas horizontales y verticales se consideran más "estáticas". Un equilibrio cuidadoso de elementos estáticos y dinámicos dará un sentido global de movimiento a tus fotografías.
5. Juega con la dirección.
La dirección es similar al flujo. También crea la ilusión de movimiento. Si hay algo en la fotografía que parezca estar en movimiento, tiene una dirección en la que se mueve.
Un ejemplo de esto son las luces de peatones de un semáforo. Cuando está en rojo para los peatones, la figura representa un peatón inmóvil, con las piernas juntas y los brazos bajados. Visualmente, no tiene ninguna apariencia de estar en movimiento. Sin embargo, la figura del peatón en verde que permite cruzar tiene una dirección en la cual se está moviendo. La dirección en fotografía se puede crear de muchas maneras. Una figura a punto de cruzar una calle puede transmitir movimiento aunque la veamos estática y no se muevan sus brazos y sus pies, porque podemos imaginarla un segundo después cruzando la calle. Del mismo modo, un coche que aparece cortado en el lado izquierdo de una fotografía en la que solo se ve su parte delantera, podemos imaginarlo un segundo después al lado derecho de la foto.
6. Los elementos repetidos.
La repetición de algún elemento tales como: unos globos, unos pájaros, etc. Forma una relación entre distintas partes de la imagen.
Por ejemplo, una bandada de pájaros pueden estar moviéndose en grupo por el aire, definiendo formas interesantes en el cielo y añadiendo información sobre la dirección de la fotografía.
En algunas ocasiones puede aportar factores psicológicos, como el sentido de la unión y el compañerismo.
7. Los colores siempre dicen algo.
Existen dos tipos de colores, los cálidos y los fríos. Los rojos, naranjas y amarillos forman parte de la gama de colores cálidos. Los azules, verdes y violetas forman parte de la banda de colores fríos.
Existen muchos elementos psicológicos ligados a los colores. Por poner un ejemplo, los azules se consideran colores tranquilos, mientras que lo rojos son más temperamentales. Existe mucha literatura al respecto de la psicología del color, por lo simplemente resumiremos que el color tiene una importancia determinante en la composición en fotografía.
Por último, debes saber también que en materia de colores hay que prestar atención también al contraste tonal. El contraste se define como la diferencia de luminosidad entre las partes más claras y más oscuras de nuestra foto.
8. El interés de los grupos de tres.
Parece existir una percepción especial de los números impares en fotografía, y en especial de los grupos de tres elementos.
Un único elemento puede transmitir soledad o aislamiento, con dos elementos una foto puede quedar demasiado bien equilibrada y estática, y cuatro elementos pueden resultar demasiados para distribuir.
Por algún motivo a las personas nos gusta el número 3. En fotografía suele funcionar la agrupación de tres elementos como centro de interés.
9. La regla de los tercios.
Si nos fijamos en obras de arte en cualquier museo, podremos comprobar que si dividimos un cuadro en cuadrículas de igual tamaño de 3x3, las cuatro intersecciones de las cuadrículas dentro del cuadro marcan los puntos de interés.
Trazando esta cuadrícula imaginaria sobre la mayoría de las obras nos daremos cuenta de que elementos fundamentales del cuadro recaen sobre esas intersecciones: ventanas y puertas, ojos, líneas de horizonte, picos de montañas, ... Está comprobado que llevando nuestro punto de interés a uno de esos cuatro puntos conseguimos una imagen mucho más interesante.
De todo modos, las intersecciones marcadas por las regla de los tercios no son los únicos puntos de interés donde colocar tu centro de interés. Tienes también, por ejemplo, la proporción áurea.
En este sentido, reseñar que existen cámaras que permiten visualizar en su LCD una rejilla (grid en inglés) para trabajar con los tercios, por lo que te animo a que revises el manual de tu cámara si consideras que te puede ayudar a la hora de mejorar la composición.
También puedes re-encuadrar la foto en el postprocesado, con programas como Photoshop o Lightroom.
10. El espacio negativo.
Se considera espacio negativo los grandes espacios vacíos, normalmente en blanco o negro, dentro de una fotografía, normalmente a un lado.
El alejamiento del elemento central de la imagen, rellenando el resto de la foto de un espacio vacío nos permite transmitir una información adicional de soledad, aislamiento o calma a la imagen.
Aunque no es un recurso que vayamos a utilizar habitualmente, no está de más conocerlo. Está enfrentada a la regla de composición consistente en rellenar el encuadre comentada más arriba en este mismo artículo.
11. Trabajando las tres dimensiones: frente y fondo.
El contenido del frente y del fondo de una foto es importante. Tanto en el fondo como en el frente tienen aplicación otros elementos compositivos como los colores o las líneas.
Lo importante en el frente y en el fondo es que no haya demasiados detalles que puedan distraer la vista del espectador del centro de interés.
La mejor herramienta con la que contamos para marcar la diferencia entre el frente y el fondo de nuestras fotos es la profundidad de campo. Gracias a la apertura del diafragma que utilicemos a la hora de hacer fotografías, conseguiremos mayor o menor nitidez en el fondo.
12. El enmarcado natural.
Existen elementos que pueden ayudar a poner un marco al centro de interés de la foto. Algunos de estos elementos son muy claros, tapando completamente parte de la foto, como puertas, ventanas o puentes.
Otros actúan de una forma menos clara, simplemente orientando nuestra vista. Es el caso de las señales de tráfico o las ramas de los árboles. Cualquier elemento que "encierre" el centro de interés nos permitirá enmarcar la foto, dirigiendo la atención hacia el elemento deseado.
13. Las curvas en S.
Las curvas en "S" son un elemento muy recurrente en fotografía. Está relacionado con la sensualidad. También transmiten movimiento y ayudan a conducir la mirada.
En la vida cotidiana encontramos muchos recursos que nos permiten aplicar curvas en "S" en nuestras fotografías. Una carretera, un camino, el curso de un río, ... Son elementos visuales muy potentes que dan interés a la fotografía.
¿Te parecen muchas?
Pues es solo el principio. En este artículo he querido mencionar algunos de los elementos compositivos fundamentales de la fotografía. Algunos son relativamente fáciles de aplicar, mientras que para otros dependemos de ciertas condiciones del entorno. Lo importante es conocerlos y recordarlos a la hora de hacer fotos, porque con su observación y su recuerdo empezaremos a encontrarlos cada vez con más facilidad en nuestras prácticas de fotografía.